Iván Sánchez (Se abre en ventana nueva)Guapo, simpático, inteligente... con estas características, ¿quién no va a llamar al médico del Samur? Sin embargo, Raúl Lara se baja de la ambulancia de Hospital Central para subirse a las tablas del MIRA Teatro y demostrarnos que con su capacidad interpretativa, puede volvernos "Fool for love". Entretanto, y desde el otro lado de la escena, el trabajo y la constancia definen a Iván Sánchez, un joven actor que ha sabido conjugar imagen y palabra para hacer arte. Pero además, la cercanía y amabilidad de su persona, lo convierten en un gran artista.

Rostro conocido de la pequeña pantalla, Iván Sánchez ha probado el teatro, el cine y hasta los cortos. ¿Qué le falta por interpretar?

De todo (sonríe). Acabo de nacer. Empecé trabajando en el mundo de la moda y la publicidad. Entre viaje y viaje y un sentimiento de curiosidad hacia el teatro, una amiga, que recibía un curso teatral, me motivó a presenciar una clase. Hice unas pruebas y ¡nos sorprendimos! Tras un periodo de formación y experiencia en una Sala de Teatro, empecé a trabajar. La Sopa Boba o Rodrigo El Leal, entre otras, me han permitido la incursión en el mundo de las series, hasta Hospital Central.

¿Ha pasado de transmitir imagen a sentimiento?

No precisamente. Como modelo se juega con la expresión corporal. Por ejemplo, en la pasarela, hay que transmitir lo que el diseñador quiere plasmar. Como actor entra en recreo la palabra. Y casi es más difícil la primera porque se nos olvida que nuestra herramienta de trabajo también es el cuerpo. Tenemos una asignatura pendiente, la comunicación no verbal. El público se queda más con lo que ve que con lo que escucha.

Iván Sánchez (Se abre en ventana nueva)Modelo antes que actor. ¿Ha tenido que demostrar que es más que un físico?

No he tenido que demostrar nada a nadie. Sólo a mí mismo, que soy capaz y que disfruto con lo que hago. Eso sí, soy perfeccionista e intento ser un actor artesano para sacar detalle a cada cosa. El orden y la constancia me ayudan a cumplir objetivos. El físico acompaña o desacompaña, dependiendo del momento. Creo que hay que hacerlo bien.

Trabajar en la mítica Hospital Central, ¿Es un valor añadido a su bagaje de actor?

Es verdad que el público nos relaciona con la serie y el papel. Fui a un Hospital a ver un amigo y la gente se me quedó mirando desconcertada. Pero noto un cariño especial por parte de la audiencia. H.C. no ha sido un boom mediático con un fin temporal. Ahí sigue, temporada tras temporada, creciendo con el público y esta relación tan sutil es la que genera el cariño y respeto del espectador.

¿Qué le ha aportado su formación en INEF?

Conocimiento de mi cuerpo y control en la expresión corporal. Sin embargo, es una formación que poco tiene que ver con la escenificación. Con 18 años decidí estudiar educación física porque me gustaba. Pronto me dejé llevar por el sentimiento de viajar. El mundo de la moda me ha permitido conocer a personas muy interesantes que forman parte de mi vida. Soy un gran privilegiado porque he ido siguiendo lo que mi corazón ha ido dictando. Eso sí, la formación es muy importante, tanto para el actor como para la persona.

Y como médico del SAMUR en la ficción, ¿Qué escenas son las más difíciles de interpretar?

Las escenas a nivel emocional son las peores: malos tratos, accidentes de tráfico... pero hay que saber discernir para disfrutar con el trabajo. Hospital Central es toda una experiencia profesional, no sólo para el currículum sino para mi interior. La calidad humana que hay dentro del equipo supera, casi, la artística. Y creo que el éxito radica en este trabajo de equipo.

Iván Sánchez (Se abre en ventana nueva)¿O sea que actúa sólo dentro del escenario?

Noooo. Pasamos la vida mostrándonos como los demás quieren que seamos y escondiendo nuestra propia naturaleza. Por eso me llena tanto esta profesión de actor, porque me permite ser, sin tapujos.

Aterriza el 26 de febrero en el MIRA Teatro para escenificar Fool for Love. ¿Nos va a enamorar?

Espero que como a mí me enamoró. Es la primera obra que sacamos para el espectador y con ella queremos transmitir al público la fuerza y la energía de la interpretación. La improvisación juega un papel importante. Además, al formar parte de la Compañía, puedo recrear el concepto de teatro que a mí me gusta como actor.

Es usted un gran viajador. El Ayuntamiento está hermanado con 6 ciudades de 3 continentes...

¡Qué bueno! Viajar aporta una amplitud de la vida impresionante. Te ayuda a entender otra manera de vivir, de relacionarse... Me alegro de que los niños de Pozuelo tengan esta oportunidad de viajar para entendernos unos y los otros. Además, es importante que desde el Consistorio se fomente esta capacidad de apertura para crear un Pozuelo cosmopolita.

Y como vecino de Pozuelo, ¿Qué crítica le merece la gestión municipal?

Llevamos viviendo en Pozuelo relativamente poco, pero estamos muy a gusto porque nos permite esa cercanía a Madrid, a los platós de la serie, al teatro, a nuestra familia...  En fin, lo tenemos todo en este municipio. Y en cuanto a crítica... la verdad que vivimos en una zona muy buena en la que no nos falta de nada. El precio de los pisos es muy alto pero no sólo en Pozuelo sino en todo Madrid. Me gusta mucho el mimo que se tiene con la infancia. Cada dos por tres hay actividades para los niños. Eso sí, hemos tenido complicaciones para encontrar el colegio que queríamos para la niña. De hecho, no está matriculada en Pozuelo. El Príncipes de Asturias tiene una demanda exagerada. Eso sí vivir en Pozuelo es aconsejable, siempre, porque tiene una alta calidad de vida.

Texto: Irene Lema Fotos: Fernando Sauce