Joaquín ArozamenaSin duda, Arozamena es uno de los rostros de la Transición. Periodista de formación y vocación, supo explicar el cambio histórico con su personal forma de contar las cosas, que reunía a la vez una gran expresividad gestual y un tono divulgativo claro y preciso. Sin ruidos, pero haciéndose oír, se convirtió en un referente en los informativos, antes de derivar hacia el entretenimiento televisivo más familiar de su etapa posterior. Hoy, este incansable trabajador, experto del mundo de la comunicación, profesor universitario y sobre todo, "una gran persona" pasa de entrevistador a entrevistado y se convierte así en noticia.

Texto: Irene Lema Mouzo
Fotos: Fernando Sauce

 
En la década de los 80 marcó tendencia como presentador, por alejarse de los cánones ortodoxos del clásico Telediario. ¿Arriesgó para ser época de cambios?

En la Transición se estaba estrenando todo y esto era fantástico. Entrábamos en nuevos horizontes: nacía la Constitución, las instituciones y con ello una terminología que los ciudadanos ignoraban como "consenso" o "laico". El único término que se conocía bien era escrutinio, pero por las quinielas (sonríe).

Joaquín ArozamenaExpresividad ante las cámaras, claridad expositiva... dotó a la noticia de carácter divulgativo y cercano.

No. Cumplí con mi obligación y esto me acarreó mis preocupaciones porque se me tachó de necio. La Transición también sirvió al Periodismo para convertirse en el nuevo parlamento del papel y que nos creyésemos de verdad aquello del cuarto poder. Los únicos periodistas que tuvieron poder fueron los trovadores medievales. El poder está en manos de las empresas y el periodismo está, tanto al servicio de la influencia política sobre el poder como al de una cuenta de resultados como tal. Tenemos el paradigma en Europa de Berlusconi.

¿En qué ha cambiado el mundo de la información?

Por una parte, ahora ya no tenemos nada que estrenar. Por otra, la información vía empresas ha derivado en un hiperpoliticismo y en un periodismo de trincheras en donde falta información y sobreabundan las ganas de convencer, de persuadir... para manejar a lectores, oyentes y espectadores. Estamos ante un creciente desinterés por la información porque, a pesar de abundar, ha perdido profundidad.

¿Hoy por hoy, hay más rumorología, cortinas de humo... que información?

El rumor ha existido siempre. En base al dicho antiguo, noticia es aquello que alguien quiere ocultar, el rumor, supuestamente destapaba algo oculto. Sin embargo, lo que vislumbra es la imaginación del creador del rumor. Antiguamente la multiplicación del rumor era un género que alcanzaba pocos estamentos como el de la farándula, pero ahora los alcanza todos como el económico, político... Parecía que con el desarrollo de los medios de comunicación el rumor iba a desaparecer pero, sin embargo se ha potenciado.

Joaquín Arozamena¿Vivimos en una sociedad "contaminada"?

La Transición trajo novedades políticas, ciudadanas (se veían desnudos en el cine) y también una mejora de bienestar social. Sin embargo, creo que esta situación ha ido tan deprisa que hemos derivado en la cultura de la codicia. Ahora prima la cantidad sobre la calidad. Coche más grande, ande o no ande. Actualmente el mundo capitalista ha provocado que seamos lo que valemos y no valgamos por lo que somos.

¿Fue difícil ser periodista en la Transición?

No tanto como ahora. El Gobierno de hoy, mañana y pasado tiene su propia publicidad institucional, capacidad para suministrar su propia información (es fuente de información), e incluso sus propias empresas paralelas, por ejemplo, una editorial de libros. Cualquier poder siente la tentación de la mancha de aceite, de extenderse... por tanto, los periodistas o participamos de esto, e incluso con beneficios colaterales como dedicarnos a la política o a la empresa, o nos amargamos. El periodismo de trincheras es lo que prima hoy en día. Yo presumo de haber sido todo lo independiente que he podido ser pero no siempre ha sido así.

¿Cómo vivió el 23 F?

En directo desde el estudio de Prado del Rey (sede de Televisión Española) junto con unas 100 personas más. Y gracias a los reflejos y talento del realizador José Marín, que a pesar de las órdenes para apagar los "pilotos rojos de las cámaras" por parte de los militares, mantuvo abierta una línea con los estudios de Pozuelo. Durante 27 minutos vimos como los padres de la patria mascaban moqueta, menos tres: Santiago Carrillo, Adolfo Suárez, presidente en aquel momento y Gutiérrez Mellado. Éste incluso se abalanzó sobre Tejero y pensábamos que lo mataban.

¿Y cuál fue su papel?

Eran las 20 horas. Bajé a maquillaje para presentar el telediario de La 2 y con ausencia de instrucciones de la dirección de informativos, que estaba desaparecida. Me traen un teletipo en el que se dice que Milans del Bosch ha sacado los tanques en Valencia. El acojone aumenta. Cuando estoy en el estudio, cinco minutos antes me informan desde control central que lo que cuente del Congreso también se va a conectar con la Primera porque el informativo de La 1 no se pudo emitir. Poco después, me comentan: ¡Joaquín ya están aquí los militares! Aquella fue la primera información que se dio en televisión sobre el 23 F y con los militares presentes. Posteriormente se emitió el mensaje del Rey, el cual se consiguió enviando dos equipos por caminos diferentes para despistar a los militares.

Hace poco le hemos visto en la televisión hablando sobre esto...

Después de 30 años estoy harto de escuchar mentiras, porque el 23 F fue algo más serio de lo que se piensa. Además, estoy herido porque la versión que Televisión Española ha contado no corresponde con la realidad y creo que esto es traicionar su propia historia. La cadena no abdicó de su responsabilidad sino que salimos a dar la cara y mantuvimos la dignidad en televisión.

Joaquín ArozamenaDicen de usted que fue un gran luchador... sin prisa pero sin pausa, sin ruidos pero haciéndose oír...

En el caso del 23 F, cumplí con mi obligación, acojonado, pero di la cara. Me siento orgulloso de ello. En cuanto al piropo, es la buena voluntad de la gente. Si los espectadores me veían era porque se enteraban. Y para ello, intentaba saber lo que iba a contar. El periodista nace con la curiosidad y con la extroversión pero lo que nos hace es la lectura. Sin un soporte cultural, de palabras, de conceptos no se puede ser buen profesional.

¡Conoce Pozuelo desde que venía a Prado del Rey!

RTVE tenía 12 edificios distribuidos por el municipio. Trabajaba, comía e incluso he ido al médico en Pozuelo... Pozuelo es un municipio complejo e interesante porque conviven el antiguo pueblo, aledaño a Madrid y humilde, con la nueva gran ciudad, de urbanismo moderno, amplia en servicios y con clases medias acomodadas. He tenido la suerte de vivir el cambio.

Una última reflexión...

Vivimos en una actual inercia democrática. No hay una participación constante del ciudadano en la vida pública. En otros países los ciudadanos acuden al diputado de su distrito. Aquí apenas conocemos al Alcalde. Por lo tanto, hay una brecha creciente entre los representantes y los representados, a causa del desinterés por el sistema de estos últimos. Y creo que esto es terrible porque los representantes sólo se representan a sí mismo y a sus intereses, con independencia de los colores en los que se envuelvan. Los crecientes y globalizados problemas de corrupción han llevado a la población a retraerse en la etapa del pícaro. El pícaro no cuestionaba el poder, lo que quería era participar para beneficiarse. Esto es un cáncer social que ha ido en detrimento de la concienciación cívica.