Miguel de la Quadra Salcedo durante la entrevistaSi en España su nombre está indisolublemente unido a todo aquello que signifique aventura, en Pozuelo ha encontrado el ecosistema ideal para estar alejado de la cercana selva de cemento, Madrid, y cerca de la lejana selva verde, la Sierra. Y es que este nómada perpetuo, todavía disfruta de la naturaleza todas las mañanas mientras corre acompañado de su mastín por Montealina o Pradolargo. Entre carrera y carrera, aprovecha para recoger algún piñón fresco o recordar sus múltiples viajes. Y es que, este Jiróvigo, como él se define, ha ruteado medio mundo viajando y desempeñando los trabajos más variopintos: desde ingeniero agrónomo de titulación, deportista profesional, pasando por conductor de camiones en los Andes, especialista de cine, hasta domador de fieras, y como no, aguerrido reportero de Televisión Española. En definitiva, son muchos años de una vida que, en sí misma, le atribuyen a su protagonista el título de discípulo de Sócrates.

¿Se puede decir que es usted uno de los pocos aventureros románticos sobreviviente?
No me considero un aventurero sino más bien un Jiróvigo, un nómada perpetuo, o aquel que sabe prescindir de lo material y todavía es capaz de echarse al monte con un hatillo, acaso una brújula, sin teléfono móvil ni tarjeta de crédito o internet. Sólo con la experiencia de otros viajes y el deseo de aprender, de ver.

¿El bigote y la melena son signos de identidad?
La verdad es que te dan un aire gallardo, como de conquistador del XVII... En los cuatro años que pasé en el Amazonas me dejé la barba porque los indios se guardaban pelos de ella como amuleto. Y hoy me dejo el bigote porque lo llevaba mi padre.

¿Por qué esa inquietud desde tan joven por viajar, conocer y descubrir?
Ha sido de la lectura que además rima con aventura, a la que me aficioné mucho a partir de los 10 años, sobre todo a las adaptaciones de los clásicos para chicos e incluso algunas obras en su edición original como la Eneida, La Odisea, La Eliada. Yo al ser huérfano me identificaba con Telémaco, un personaje de la mitología griega. Además hice que un carpintero me tallara un disco como los utilizados en las olimpiadas de los clásicos.

¿Quiere decir que encontró en los clásicos la motivación?
Los clásicos ya tenían establecida la filosofía del viaje. Había viajes de Peregrinación, Viajes de Guerra, Viajes deportivos. Los Romanos sin embargo todos los viajes tenían un carácter militar. Todas las civilizaciones cuando sus jóvenes se están haciendo hombres contemplan un viaje llamado viaje iniciático a través del cual maduran aprendiendo y sorprendiéndose de todo, ya que los jóvenes tienen una capacidad para sorprenderse de las cosas que nosotros ya hemos perdido. Los libros de caballerías también tuvieron una importante influencia en lo que posteriormente fue el transcurso de mi vida. Más tarde en los Campeonatos nacionales juveniles ya empecé a salir por Europa para competir. Recuerdo que con 16-17 años fui a tirar el Disco a París y cuando tenía oportunidad me escapaba para ver museos.

Del deporte en París a la aventura en Sudamérica...
La práctica del Deporte me aportó la fuerza de voluntad y el sacrificio para afrontar la aventura. Después de batir el récord mundial de lanzamiento de jabalina, sobrepasándolo en unos 13 metros y utilizando un nuevo modo de lanzar, por el que me anularon la marca meses después. El mismo año en el que participé en los Juegos Olímpicos de Roma con 21 años, una beca me abrió las puertas de Sudamérica. En cada viaje cumplí siempre un objetivo de investigación, a la búsqueda de algo que todavía nadie había conseguido. Y así llegué al Amazonas, mi gran pasión, (cuando lo cita, se le iluminan los ojos). Primero en busca de "la hierba de la sabiduría", una hierba alucinógena que nadie antes había conseguido. Después quise saber del curare, un veneno mortal con que los indios del Amazonas untan las flechas y que resulta letal, y de nuevo consiguió ver como se fabricaba.

¿Y así hasta 33 veces visitó el Amazonas?
Efectivamente, en treinta y tres ocasiones visité la mayor selva del mundo y a la vez la más inhóspita para el ser humano. Conseguí adentrarme, sin más compañía que una cámara de súper ocho, en el Amazonas y convivir con los indios. Comí mono, serpiente, gusanos, grillos,... bebí maíz masticado y fermentado... Contraje la Malaria y el Tifus, combatí con una boa de seis metros (hecho que quedó grabado y causó y aun hoy causa tremendo impacto), sufrí la mordedura de los murciélagos y los mosquitos, me picó una especie de mosca amazónica que deposita las larvas en el interior de la piel, etc... Tal era la variedad del material rodado, que cuando llegó a España y lo presenté a TVE, esta decidió contratarme.

¿Qué recuerdos guarda del Amazonas?
Todos. Para mí el Amazonas, donde además vuelvo muchas veces, es el paradigma de los grandes valores. Allí no hay necesidades y, por no necesitar cosas, eres mucho más feliz. En el fondo me sirve de talismán para liberarme y limpiarme de esta sociedad tan extraña en la que vivimos.

¿No piensa que con la integración europea, hemos debilitado o roto nuestros lazos con Iberoamérica?
Estoy totalmente de acuerdo. Lo que hay que hacer es recuperar la importancia de nuestro papel en Iberoamérica y preguntar a los iberoamericanos que qué quieren que hagamos por ellos dentro de esta comunidad. Hay que dejar de mirar tanto a Europa. España es la gran baza que tiene toda la UE para América, pero tenemos que capitalizarla, porque nosotros somos los verdaderos amigos. Somos los que compartimos el mestizaje cultural, la espiritualidad cultural y un futuro que se basa en unos cimientos de 500 años de historia de ida y vuelta. Por eso me alegra que le Ayuntamiento de Pozuelo colabore con Sudamérica a través de la colaboración humanitaria.

¿Y cómo pasó del deporte a ser un gran periodista de guerra o un entrevistador de grandes figuras?
Recordemos que los primeros cronistas fueron los descubridores. Cuando llegué a televisión desde el Amazonas, el equipo comunicó que habían matado a unas monjas dominicas españolas en el Congo. Entonces propuse que podía hacer el reportaje solo por la experiencia que había adquirido en el Amazonas. Solo fui y solo volví con el programa. Fui corresponsal también en Vietnam como seis veces, también en Mozambique, el Sahara& Muy pronto me horrorizaron las guerras porque yo intentaba informar objetivamente y eso era muy difícil. Entonces comencé a hacer documentales históricos, con los que me encontraba mucho más a gusto. También me aportaron mucho entrevistas realizadas a personajes como Dalai Lama, Yaser Arafat, Neruda...

También fue apresado bajo acusación de espía en distintas ocasiones ¿Cómo consiguió salir de éstas?
Sí, en Nigeria. Vino un nigeriano que sabía leer y permitió que nos liberasen. También estuve en la cárcel de Siberia porque hice unas fotos por las que me acusaron de espía.

¿Que piensas de los programas que se emiten ahora desde Islas con personajes conocidos?
Yo nunca participaría porque creo que es necesario para las aventuras un pudor y no me gusta que los demás se enteren de mis sentimientos.

¿Cómo cree que se puede despertar la conciencia de las personas, en especial de los jóvenes, para que sean capaces de vivir y participar en un mundo más humano? Sencillamente dejando a un lado el materialismo, el consumismo imperante en la actualidad, e ir hacia un sentido espiritual, culturizando a las nuevas generaciones, empapándolas de los valores más importantes y manteniendo en ellas la libertad de elección. Además, pido a los jóvenes que escuchen a sus abuelos, a los grandes sabios. Admiro a los gitanos porque nunca dejarían a sus abuelos en una Residencia. Los abuelos son las mejores bibliotecas pero además, aúnan teoría y práctica que encamina a los chicos de mirada limpia (se ríe), es decir, a los que no votan, sin interferencias de esta sociedad materialista empachada de bienestar.

¿Supongo que usted lo hará con sus cuatro nietos?
Por supuesto que si. Me siento con ellos y les transmito mis experiencias a través de los recuerdos de cada viaje que guardo en mi casa. Eso si, obsequios siempre adquiridos fruto del intercambio. Por ejemplo, un diente de ballena narval de Groenlandia... Creo que el Ayuntamiento de Pozuelo está hermanado y realiza intercambios con distintos países, una experiencia muy positiva para los jóvenes. Además, potenciar el aprendizaje de la música a través de las bandas municipales o la práctica del deporte también son actividades que deberían tener en cuenta todos los Ayuntamientos.

¿En qué proyectos te vamos a poder ver inmerso próximamente?
Con los expedicionarios de la Ruta Quetzal 2006, un proyecto que surgió cuando me reuní con S.M. el Rey de España en 1979, con el objetivo de consolidar un programa "iniciático", "ilustrado" y "científico", en el que se mezclan cultura y aventura. Gracias a él, y a lo largo de diecinueve años, más de 8.000 jóvenes europeos y americanos han tenido la oportunidad de descubrir las dimensiones humanas, geográficas e históricas de otras culturas. Y curiosamente este año visitaremos El Paular, un monasterio construido en el año 1390 por orden del I Príncipe de Asturias, Enrique III. El primer borbón de sangre azul que ordenó dos expediciones a Tamerlán (en Asia). Tras su muerte en 1406, se celebra este año el VI centenario. Toda una vida y obra de gran interés que relata Larra en «El doncel de Don Enrique el doliente», el libro que Doña Leticia regaló a su prometido el Príncipe de Asturias como regalo de compromiso.