Óscar Martínez (Se abre en ventana nueva)Un comunicador dispuesto a todo. Su entrega y actitud para aprender le han permitido protagonizar todo tipo de programas de entretenimiento. A pesar de su experiencia, "esto no ha hecho más que empezar". Le apasiona la tele, tanto ante las cámaras como detrás de ellas, como productor. Su refugio: su familia, sus amigos y Pozuelo, donde se encuentra muy a gusto.

A pesar de su juventud, se le atribuye una dilatada trayectoria profesional... ¿Se imaginaba esto al inicio de su carrera?

Uno empieza con toda la ilusión del mundo y la verdad que ya he hecho muchas cosas, muchos programas, pero con 33 años esto no ha hecho nada más que empezar. Espero tener muchos años por delante, muchas cosas que aprender, tengo muchas ganas de hacer cosas nuevas y cosas que me llenen...

Con apenas 13 años, empezó en una televisión local, y hoy está al frente de un programa de emisión nacional, tras pasar por varias cadenas ¿se siente afortunado?

Me siento muy afortunado porque empezar desde abajo siempre te hace tener una visión más global de todo el negocio. Te sirve para no creerte el centro del mundo por salir delante sino para agradecer el trabajo de muchas personas... porque al final eres uno más... y la tele es equipo. Si tienes un equipo bueno y un formato bueno, triunfas. Los presentadores sólo somos la cabeza visible de un trabajo bueno o malo, pero el trabajo es de todos. Y afortunadamente las cosas van bien y me siento afortunado porque trabajo en lo que me gusta y eso hoy en día con cuatro millones y medios de parados, pues es un lujo.

El corazón, la música, la psicología, galas solidarias... Ningún género se le ha resistido. ¿Cómo se forma uno para adoptar tantos registros?

Intento aprender de las personas que me rodean, del director que tengo en ese momento, de la gente que me apoya, de los que me asesoran. Intento ser muy esponja. En esta profesión tienes que ser un poco hombre orquesta, amoldarte a todo y ser flexible. Uno sabe sus debilidades y virtudes, evidentemente siempre hay cosas que no harías en televisión pero hay muchas otras que te moldean hasta cumplir el objetivo.

Óscar Martínez (Se abre en ventana nueva)Se suele decir que para trabajar en esto se debe ser todoterreno, tocar todos los palos ¿cuál le falta a usted?

¡Uff! A mi me falta informativos y no los tocaré nunca porque sinceramente no me veo, no lo sé hacer y valoro mucho el trabajo de la gente que se pone cada día delante de una cámara a dar información. Para informativos tienes que tener un "algo" que se llama credibilidad, que te lo dan los años, la experiencia... Es un perfil muy periodístico y yo tengo un perfil más de comunicador de entretenimiento.

Si bien se siente orgulloso de su profesión, ¿cuál es el lado oscuro de ésta?

Es una profesión de la que, como siempre digo, estoy enamorado hasta que se apaga el piloto rojo de la cámara. Es una profesión en la que hay mucho ego, muchas envidias, muchas rivalidades, mucha tensión, mucha competitividad. Pero mi mundo está en otro sitio: en mi familia, en mis amigos, en la gente cercana... Yo voy hago mi trabajo lo mejor que puedo o sé y luego me aíslo y se acaba el Óscar Martínez público.

De tus chicas... Ana Rosa Quintana o Cristina Lasvignes...

¡Uy! ¡Complicado! Ana es una mujer como pocas en su profesión, muy generosa y a la que siempre le voy a estar agradecido. Y Cristina es otro perfil, más joven, generacionalmente diferente... ¡¡es que me llevo bien con todo el mundo!! Vamos, que me iría a cenar con las dos.

Y de presentador a empresario con su propia productora "Phíleas" ¿se atreve con todo?

Me atrevo con todo. Soy un culo inquieto. Cuanto más difícil es un reto, más "me pone". Soy una cabra loca que encima de tomar decisiones arriesgadas, no se arrepiente.

A por todo. Desde hace unos tres años, ostenta también el título de padre ¿Qué aprende de su hijo?

Pues la verdad que lo poco que se de esta vida, lo aprendo de él. Me enseña cada día tantas cosas, tantas lecciones de humildad, de paciencia, de honestidad, de inocencia, y estamos en un mundo tan frío a veces y en el que nos invade el egoísmo... En verdad es la persona que más paz me da, con la que hablo de muchas cosas. Es muy alegre y divertido, ¡una gozada!

Óscar Martínez (Se abre en ventana nueva)Con su pareja, la conocida periodista Eva Armenteros, vive en Pozuelo desde hace años. ¿Cómo es su día a día en el municipio?

Pues mira, desde que me mudé estoy encantado porque estamos al lado de Madrid, como un barrio de Madrid, y tenemos lo mejor de vivir en las afueras, con toda la tranquilidad, las zonas verdes, ahora más que las disfrutamos con el niño y sin embargo en siete minutos, sin tráfico, estoy en el centro de la capital. La verdad que estamos muy a gusto porque tenemos todo tipo de servicios, comodidad... Estoy feliz, vaya, creo que es un sitio idílico para vivir en Madrid.

¿Qué le atrajo de él para venir a vivir aquí?

Estuve mirando muchas zonas y municipios, pero la que más me gustó así como la casa, estaban aquí y eso que al principio tuve mis dudas pero ahora no lo cambio por nada. Tenemos un montón de servicios, es un municipio limpio, puedes aparcar en cualquier sitio. Tienes ocio, unos restaurantes increíbles... tienes de todo. Bueno ¡pero si parezco el alcalde!

De estar en sus manos, ¿qué mejoraría?

Una queja sí que tengo y es que el mundo del reciclaje creo que está un poco abandonado en Pozuelo, o al menos en la zona en la que vivo, porque creo que estos servicios no están cerca de los vecinos. Pondría más contenedores. Por otra parte, lo del aparcamiento con servicio regulado va bien en determinadas zonas pero no en otras de tipo más residencial, me parece que es un sacacuartos, pero bueno... Por otra parte y a otros niveles, me molesta mucho que se crean que por vivir en Pozuelo o eres rico o eres "hijo de papá" y yo soy un currante más con una hipoteca como todo el mundo y aquí ni todos somos pijos, ni ricos.

Texto: Marina Oller