Raquel Albarrán (Se abre en ventana nueva)Do, re, mi, fa, sol, la, si, do... si pasea por el Barrio de La Estación y el son de su caminar abre paso a un sonsonete en el oído, sin duda es Raquel. O mejor dicho, la melódica voz de esta soprano lírica ligera está en práctica, porque además de ser pozuelera, vive, ensaya y ejerce su profesión en su municipio natal, testigo de la dualidad en su desarrollo, ora personal ora profesional.

En el panorama operístico español suena, in crescendo, el nombre de Raquel Albarrán, una destacada y talentosa soprano del Barrio de la Estación, que forma parte del grupo de solistas del Coro y Orquesta Sinfónica de Radio Televisión Española. Su corta, por la edad, pero prolífica y prometedora carrera la ha llevado a representar diversos y variados papeles en los escenarios de casi toda España, como la actual interpretación de Gianni Schicchi, de Puccini, proyecto que tiene en marcha con la Compañía Dolores Marco. Sin duda, constancia, disciplina y trabajo son la partitura de esta joven cantante, congénita pozuelera y de innata vocación artística. Sin ir más lejos, el primer papel protagonista llegó a su vida a la pronta edad de 9 años, cuando tarareó a sus progenitores "quiero ser artista", copla poco sorpresiva para los citados, puesto que "desde pequeña me gustaba mucho cantar". Es más, sus primeros pasos teóricos llegaron de la mano del antiguo Conservatorio Municipal, en los que adquirió sus primeros conocimientos de solfeo, guitarra clásica y canto, "porque mis padres me inscribieron, a mi hermana y a mi, como complemento educacional cuando yo tenía 8 años", apunta Albarrán, para añadir que, "desciende de una aptitud artística aficionada ya que, mi padre, formó parte de la Coral Kantorei de Pozuelo, fruto de su pasión por la ópera".

Pero Pozuelo no sólo es el "backstage" del desarrollo personal de la soprano sino el escenario de su progreso formativo y profesional. La Coral Kantorei impregnó tono agudo a los inicios de la etapa evolutiva de la obra de Raquel, "puesto que cantando como solista he vivido muchas experiencias positivas como las actuaciones que llegamos a realizar en la ciudad francesa y hermana de Pozuelo, Issy Le Moulineaux, o una interpretación, a los 15 años, ante la embajada española de la Santa Sede, en el Vaticano".

 

La voz nace y se hace

Sin embargo, la Escuela Superior de Canto, en Madrid, marcó el auge en la evolución teórica de esta soprano, de timbre claro y brillante, a través de la herramienta universitaria, "siete años de Carrera de Canto me han permitido conocer mi voz y adquirir técnica, porque con la voz se nace pero también se hace". Para ser una buena profesional del mundo coral y operístico, lejos de un producto mediático de corta duración, hay que invertir grandes dosis de tiempo, esfuerzo, paciencia y economía. "Es una carrera, ya no elitista, pero dura porque hay que tener voz, adquirir pericia, invertir tiempo universitario, entrenar mucho y al 200%, cuidarse físicamente, disfrutar de apoyo familiar, y por encima, actualmente la oferta laboral es inferior a la demanda de solistas", afirma la joven. Para añadir que "saber escuchar la crítica constructiva es importante y en mi caso cuento con la de otro gran profesional, el barítono Marco Moncloa, mi pareja sentimental ".

Para muestra, su experiencia en Roma avala el dicho. Albarrán aligeró el vuelo a la cuna europea de la ópera para convertirse en soprano (del italiano soprano, "soberano", "superior") de cante lírico ligero, bajo la batuta del conocido Claudio Desderi, de quien adquirió grandes conocimientos, además de sabios consejos, "es más sensual escuchar a Montserrat Caballé cantar que ver a cualquier de sus bailarinas actuar, porque una buena soprano crea melodía, crea arte". Además, Italia se convirtió en escenario de ntercambio con Pozuelo, cuando la Coral Kantorei asistió a Recanati, ciudad hermana, para interpretar. El Ayuntamiento disfrutó de la presencia de Raquel en aquel acto en el que actuó, como no, de soberana, realizando el papel de intérprete y presentadora.

En definitiva, Pozuelo, escenario vital y profesional de Raquel, goza de la presencia de esta gran artista, que no aficionada, que anima al público en general "a acercarse al maravilloso mundo de la ópera, iniciando su consumo con una obra corta en duración y de música sencilla", una recomendación de la que esperamos poder gozar a través de la actuación de Albarrán en el MIRA Teatro, ya sea en solitario o en la compañía de su admirado Plácido Domingo.