La procesionaria del pino, es una enfermedad propia de esta especie. En su fase de oruga, estos lepidópteros desprenden toxinas urticantes que se liberan y flotan en el aire, por lo que pueden provocar irritación en oídos, nariz y garganta en los seres humanos, así como fuertes reacciones alérgicas.

La propagación de esta plaga puede originar situaciones de riesgo para la salud de personas y animales por lo que, mediante la presente comunicación, le instamos a que adopte las medidas necesarias para eliminar los bolsones (nidos) así como los ejemplares de procesionaria, en sus diferentes estadios de desarrollo, que puedan existir en los árboles de su propiedad.