Alberto Angulo (Se abre en ventana nueva)Tras 17 años en activo como baloncestista de élite, Alberto Angulo apunta su mejor canasta cada día en Pozuelo de Alarcón, municipio en el que vive y trabaja coordinando y entrenando a la cantera del Real Madrid. Exjugador de este Club de Baloncesto, compitió al máximo nivel en ligas como la ACB. Pero además, compaginó su tiempo con la formación universitaria para dar continuidad a su vida profesional después del juego. Sin duda que este diplomado en Magisterio por Educación Física, ha sabido conjugar su 1,96 m. de altura y su ilusión con la disciplina y trabajo para dar al público cada día "no más baloncesto, sino mejor".
 
Coordinas y entrenas a la cantera baloncestistas del Real Madrid. ¿Mucha responsabilidad?

Sí, pero tengo ayuda y una gran organización porque tenemos 72 jugadores, con edades desde los 13 a los 22, clasificados en 6 equipos (pre-infantil, infantil, cadete de primer año, cadete de segundo año, junior y un segundo equipo). Formamos a los mejores pero también les exigimos mucho.

Entonces, ¿Ser del Real Madrid requiere ser bueno y someterse a una disciplina extraordinaria?

Formar parte de la plantilla madridista implica ilusión y exigencia. Y, como tal, es imprescindible que compaginen sus estudios con el entrenamiento de máximo nivel. La formación es fundamental porque del total de los jugadores no alcanzarán el primer equipo ni el uno por ciento. Los que no llegan estarán formados para continuar con sus vidas dentro o fuera del baloncesto. Somos un club atípico. Para que nos hagamos una idea, otros clubes abarcan 23 o 25 equipos de base. Nosotros sólo tenemos seis. El embudo es menor, pero la exigencia es mayor (para todos).

Hablamos de objetivos, de retos... de disciplina, ¿Cómo lo llevan los alumnos más pequeños?

Con mucha exigencia. Hay que tener en cuenta que entrenan cuatro días a la semana, más un partido. Compiten en máximo nivel, primero en Madrid y luego en el Campeonato de España. Además, nos invitan a participar en los mejores torneos de España con otros equipos como el Barcelona, Cajasol... durante toda la temporada.

Alberto Angulo (Se abre en ventana nueva)¿Ser adolescente y practicar deporte de élite es compatible?

Es compatible, bueno, deseable y sano. Tenemos estadísticas que demuestran que nuestros jugadores no aprueban sino que mejoran sus notas. Para el Real Madrid lo más importante son sus estudios y luego el baloncesto. Eso sí, no es primero estudiar y luego tuenti, facebook, los amigos, el cine, la hamburguesa y la novia. Hay que organizarse y planificarse, sabiendo cual es la prioridad.

¿Qué reciben a cambio?

Vivir experiencias inolvidables que no vivirán en ningún otro sitio. Les pedimos máxima exigencia en cuanto a su actitud y les damos máxima calidad. Ponemos a su disposición las mejores instalaciones que existen, el mejor equipo de profesionales, preparadores físicos, médico, podólogo, psicólogo, ATS, tutor académico, tutor de residencia... Básicamente cubrimos todas sus necesidades y sólo pedimos actitud.

¿Cuándo hablamos de las mejores instalaciones, hablamos del Valle de las Cañas?

Claro. Aquí entrenan cuatro equipos. Los más pequeños lo hacen en Madrid, tres días a la semana, y vienen a esta instalación municipal los sábados y los domingos porque es de las mejores instalaciones deportivas de toda Europa. Tiene tres pistas de baloncesto equipadas, buena iluminación y todas las facilidades. Además, entrena aquí el primer equipo de baloncesto. La ilusión de cruzarse con ellos y compartir una sonrisa, un saludo, un gesto... no tiene precio.

¿Te gustaría haber tenido oportunidades como ésta en tus inicios?

Claro que sí. Nosotros elegimos 12 jugadores por categoría que son los mejores de España (tenemos un chico de Jaén, otro de Córdoba...) y del extranjero (tenemos tres niños de Senegal y uno del Chad). Hacemos un seguimiento desde que son alevines (12 años) hasta que los fichamos (15 años). Durante tres años observamos que tengan las capacidades físicas, técnicas y familiares para poder traerlos a Madrid. El Real Madrid beca sus estudios, la alimentación, la manutención, el transporte...

Y los padres ¿Qué opinan?

Tenemos reuniones a lo largo de la temporada con ellos y son conscientes de que aquí no se regala nada. Cuando yo empecé, mis padres aprendieron a jugar al baloncesto a la misma velocidad que yo. Ahora es al revés porque todo es más rápido. Tanto Internet como la mayor existencia de instalaciones permiten que este deporte no sea algo desconocido. Nosotros no queremos hacer de Padres sino de educadores y viceversa. Educamos en valores para afrontar la frustración, el caerse, el no jugar, el suspender, el jugar mal, el enfadarse... Las frustraciones son parte de la vida y cada vez que se levanten por sí mismos es una nueva lección que aprenden, padres e hijos.

Tienes un hermano que también fue baloncestista profesional. ¿Os viene de familia?

No. Pero aunque es verdad que hay que tener unas cualidades físicas, aptitudes... también es necesaria la ilusión, la planificación, la organización y disfrutar con lo que haces. De los jugadores trabajadores llegan pocos pero de los jugadores buenos que no trabajan no llega ninguno. Esta filosofía es la vida en sí, pero ellos, que son jóvenes, adquieren este valor vital a través del juego.

¿Con qué años te iniciaste tú en el baloncesto?

Tarde. Me gustaba el fútbol, como a todos los chicos. Empecé a jugar con 13 años y profesionalmente con 19. De pequeño no tenía claro que el baloncesto fuera mi gran vocación (era un juego), puesto que, en el deporte, al igual que en la vida, se te van abriendo unas puertas, cerrando otras y hay que elegir. El deporte profesional es igual que la vida. No es justo ni injusto, es lo que toca. Hay que luchar, compartir, competir, todos los días y sobre todo disfrutar.

Alberto Angulo (Se abre en ventana nueva)¿Para ti el baloncesto es tu filosofía de vida?

Totalmente. Lo que empezó siendo un hobby se convirtió en mi profesión y ahora, en mi estilo de vida aparte de mi trabajo. Imagínate que coordino a 72 alumnos, 140 padres, 25 entrenadores, y mucha gente que está detrás. Por dedicarme al Baloncesto en mi juventud he renunciado a tiempo pero también experiencias, vivencias e incluso amistades y sobre todo, un estilo de vida.

¿Y para el Real Madrid Club de Baloncesto?

Hay dos tipos de baloncesto. El primario que permite compartir, trabajar en equipo y adquirir unos valores educacionales para el presente y para el futuro y el profesional que tiene gran componente de negocio y como tal, de trabajo y exigencias.

¿Cómo es el éxito en el deporte?

Sobrevalorado, efímero. Como cuesta mucho llegar por las horas de dedicación y esfuerzo, la celebración se dimensiona y se vive fuera de contexto. Es como un chupito de máxima explosión en un espacio corto de tiempo. En el deporte hay que saber gestionar el éxito diario y el éxito de la victoria, porque nuestro ritmo de vida no va acorde con la realidad. Los jugadores profesionales dedican el tiempo a preparar el cuerpo para un deporte de máximo nivel, pero vivimos en una burbuja porque nos dan todo hecho. Y cuando a los 37-38 años acaba tu etapa como deportista de élite, llega el, ahora hazlo tú. Y éste es el gran problema. Si no tienes la cabeza bien amueblada, si no te has formado, no sabes hacerlo.

¿Te pasó lo mismo?

No, porque tuve la suerte de tener un entorno familiar apropiado, tampoco estuve expuesto a una sobrevaloración de información digital como pasa ahora, porque todo se magnifica... Mi éxito fue más comedido. Y en el tema económico, tampoco fue lo mismo. Cuanto más se gana, más se gasta. Eso sí, he aprendido equivocándome.

¿Vives y trabajas en Pozuelo?

Sí. El 80 por ciento de mi vida se desarrolla en este municipio. Mis hijas van al Príncipe de Asturias y estoy encantado. Tengo muy excelente relación con el Club de Baloncesto Pozuelo... Esta ciudad no sólo me da calidad vida sino calidad humana. Es un refugio de la vida dura de Madrid y un buen escenario para desarrollar la vida personal y profesional.