Chadia ChaouchVisitó Pozuelo de Alarcón para presentar su libro "Corredora de la vida", su testimonio sobre la superación de un cáncer de mama a través del deporte. Su experiencia es la mejor novela con la que quiere ayudar a las personas que están pasando por esta enfermedad porque "hay vida después del cáncer". Ella, lo sabe mejor que nadie que ha superado dos, cinco intervenciones y múltiples sesiones de quimio y radio. Conozcamos DE CERCA a esta corredora de fondo.
 
¿Cómo era su vida antes de que le detectasen el cáncer?

El libro se titula "Corredora de la vida" porque mi carrera empezó antes del cáncer. Nací en el seno de una familia tunecina, de cultura árabe, y la única chica de tres hermanos. Me fui muy pronto de casa porque quería estudiar, ayudar a los demás, hacerme a mí misma. ¡Tuve que romper moldes! Y hace siete años me diagnosticaron cáncer, momento en el que empezó otra nueva carrera.

¿Cómo recuerda ese momento en el que le anunciaron que padecía esta enfermedad?

Aunque tuve ayuda, fue duro. Cuando te mencionan la palabra cáncer, el mundo se para. Pero para mí fue peor la palabra quimio. Pensé: se me caerá el pelo, la hinchazón, cogeré peso, mis compañeros de trabajo lo notarán, no volveré a ser la misma de antes… Pero algo dentro de mí me decía que no me iba a morir. Y eso que luego vino lo peor, dos veces cáncer, cinco intervenciones, sesiones de quimio y radio, etc. Pero mi afán de superación me llevó a remontar cada etapa porque pase lo que pase, es muy importante confiar en uno mismo y en la vida.

Chadia Chaouch¿En quién buscó apoyo en estos difíciles momentos?

Tuve la suerte de dar con grandes profesionales que supieron tratarme como necesitaba en el Hospital Universitario La Paz como por ejemplo el Dr. José Ignacio Sánchez Mendez, Coordinador de la Unidad de Mama y que ha escrito el prólogo del libro. Un gran profesional y una gran persona y es lo que necesitamos los pacientes que pasamos por este trance, encontrar a un médico humano, cercano que sepa decirte la noticia y acompañarte en esta carrera. No necesité apoyo psicologico pero animo a que los que lo necesiten acudan a un profesional si se ven muy decaídos y sobretodo animo a que vaya el familiar, muchas veces lo necesita más que el propio paciente.

¿Cómo llegó a asumir esa actitud tan positiva para convertir la debilidad en fortaleza?

Siempre pienso que las cosas ocurren porque tienen que ocurrir y todo tiene un sentido aunque no lo entendamos en ese momento. He nacido en la familia que tenía que haber nacido, en la que tenía que crecer y estoy muy agradecida por ello. Gracias a mi familia, soy la que soy hoy porque construí mi propia historia en base a mi pasado.

Entonces, ¿Recomienda asumir la dificultad dando normalidad a aquello extraordinario?

En el caso del cáncer, desde luego que sí. Sobre todo hay que intentar hablar de ello, hablar de la enfermedad con alguien, no quedarse a solas con ella. Hay muchísimas personas que se encierran en casa y cogen una depresión. En mi caso, el mismo día que lo supe, se lo conté a mi jefe por telefono, después a mis compañeros de trabajo. Llevaba tan sólo 6 meses trabajando en mi empresa, Gas Natural Fenosa. Agradezco el apoyo incondicional de mis superiores y compañeros. Es importante en ese momento saber que no vas a perder tu medio de vida si pasas encima por una enfermedad tan dura como el cáncer.

¿Por eso llegó "Corredora de la vida"?

Este libro lleva luz y esperanza a las personas que están pasando por este proceso o por cualquier trance de la vida. El cáncer es un carrera de fondo en la que hay que ir superando etapas y sin dejar que la cabeza te lleve al pasado o al futuro. Yo había engordado 35 kilos con los corticoides y no me sentía bien. Empecé a caminar 10 minutos diarios. ¡Quería un futuro mejor! ¿Por qué no luchar por ello? Hoy 10, mañana 15 minutos, después 20… empecé a correr, andar y correr… Y un año y medio después participé en mi primera carrera de 14 km, luego 21 km (media Maratón), más tarde una Maratón y un trail en Kenia de 76 km. Me hice más fuerte, a pesar de que durante estos dos años se intercalaron varias cirugías, sesiones de quimio, radio, etc. Correr me ayudó a canalizar esta ansiedad y los miedos que tenía acerca de que operación o que tratamiento me esperaba. Y como cada vez conseguía correr más, me hacía más fuerte frente a la enfermedad. Por eso animo a la gente a que visualizan lo mejor, hay que engañar al cerebro que es como un bebé.

Chadia Chaouch¿Has presentado hoy tu libro en este Ayuntamiento, ¿Qué mensaje transmitirías a las mujeres de Pozuelo?

Cada vez hay más chicas jóvenes con cáncer de mama. Que no se obsesionen pero que se hagan revisiones periódicas y que se palpen. El cáncer no avisa y no se sabe de dónde viene. Es en menor medida genético y yo creo que tiene más que ver con lo que comemos, respiramos y sobre todo con lo que sentimos, las emociones (el no compartir con nadie un hecho, un drama importante) y el estrés hace mucho. Yo he aprendido a escucharme más, a estar más atenta a mí, a cuidarme y a ser yo la primera. No es un tema de egoísmo, sino de autoestima. Ahora busco estar al máximo de mi potencial, porque creo que la enfermedad a veces es el grito del alma ahogada en un cuerpo que no la escucha.

¿Y a aquellas que se encuentran ahora mismo luchando contra la enfermedad?

Que no piensen que es lo peor de su vida. Las mujeres hemos sido muy luchadoras, siempre. Lo que pasa que la palabra cáncer sigue dando miedo. Por eso estoy a favor de integrar la medicina convencional con la complementaria. Es decir, que haya una medicina que trate cuerpo, mente y espíritu como un todo porque hay que trabajar las emociones, la historia personal, los miedos y resentimientos.

El Ayuntamiento de Pozuelo promueve iniciativas para la lucha contra el cáncer como el Zumbatón Solidario o la Carrera contra el Cáncer. ¿Qué le parece que se promuevan estas iniciativas municipales?

Es muy bueno que los Ayuntamientos faciliten estas iniciativas y apoyen otras como la mía que es la de una paciente que habla en primera persona para concienciar que el cáncer se vence. Es importante dejar ver el lado humano de todo esto, porque somos personas. Y si ya tenemos al frente una alcaldesa como Susana Pérez Quislant, es inmejorable. Ella, mejor que nadie sabe lo que es superar un cáncer y me ha sorprendido hoy como ha hablado de ello, con la naturalidad que lo ha hecho y cómo ha sabido superar la enfermedad con la ayuda de su familia y con la fuerza de su mente. ¡Enhorabuena!