

¿Cómo definiría sus cuadros?
Los cuadros de mi etapa actual son fruto de mis recuerdos y de la inmediatez. Sigo pintando el mar pero con el paso del tiempo se han ido diluyendo las formas para dar paso al concepto, a la pura abstracción. Me inspiran mucho los poemas coloristas del escritor francés Arthur Rimbaud y las líneas y trazos escritos en el espacio vacío del suprematismo ruso.
Pintar es transmitir. ¿Qué nos quiere contar?
Me gusta utilizar cosas nuevas para provocar al espectador y que cuestione por qué lo he hecho. El arte en sí es un sabotaje, una provocación, un reto y un desafío. Eso sí, aunque Picasso decía que la inspiración viene delante del cuadro, creo que tiene que haber unas aptitudes y desarrollo de las mismas.
¿Entonces la formación artística es importante?
Me parece genial que se fomente el arte en los niños desde pequeños. Esta labor la realiza muy bien La Inseparable de Pozuelo. De hecho, asistí a la última edición del certamen y había dibujos muy interesantes de los niños. También colaboré en una ocasión con el Ayuntamiento como jurado en el concurso de Christmas y Belenes y los dibujos eran espectaculares porque los más pequeños pintan sin riesgo, sin vergüenza...
¿Veremos pronto alguna exposición suya en Pozuelo?
Me encantaría exponer en el MIRA. Ya lo hice en la antigua Casa de la Cultura. Llevo más de 30 años viviendo aquí y en este municipio he encontrado la paz y la tranquilidad para poder desarrollar mi sentimiento.