Juan Aguirre (Se abre en ventana nueva)Hijo de aragoneses, vivió sus primeros años en San Sebastián, tras los que marchó a Zaragoza, cuando tenía 15 años. A los 13 o 14 años comenzó a experimentar una fuerte atracción por la música. Comenzó en el grupo Días de Vino y Rosas, que editó en 1991 su primer y único disco. En 1992 conoce a Eva Amaral, en un pequeño estudio de grabación. Durante varios años se dedican a componer y a tocar en pequeñas salas de Zaragoza. En 1997 se traslada junto a Eva a Madrid, y ese mismo año firman con Virgin-EMI para grabar su primer material discográfico.

La Barrera del Sonido es vuestro primer álbum en directo que será preestrenado próximamente. ¿Por qué se os da tan bien el directo?

La verdad es que nos sentimos más cómodos. Es nuestro hábitat natural. Cuanto tenemos canciones nuevas, o un disco que nos entusiasma, estamos deseando que la gente lo escuche en directo.

Gato negro, Dragón rojo... ¿a qué hace referencia?

Es un disco que habla de dualidades, son dos animales que tienen un contenido misterioso, mitológico, que representan fuerza, y nos parecía un buen título para englobar las 19 canciones en un disco largo, como es el último que hemos hecho.

¿Cómo y en qué os inspiráis para componer las canciones?

En la vida, en las historias que vemos por la calle, en las cosas que sentimos, en lo que les pasa a nuestros amigos, en todo. Una canción puede surgir del momento más inesperado.

Pero vuestras letras llegan a la gente... ¿Cuál es el secreto?

Escribimos las canciones que a nosotros nos gusta escuchar... No hay un secreto mucho mayor. No tenemos ni idea de por qué ocurre. Es un misterio y preferimos que siga siéndolo.

¿Os consideráis un grupo independiente?

Si, siempre lo hemos sido. No es algo de lo que nos guste hablar mucho, porque yo creo que eso es una actitud, un sentimiento, algo que se lleva por dentro, pero ya que me lo preguntas te digo que sí.

Juan Aguirre y Eva Amaral (Se abre en ventana nueva)¿Qué ha cambiado en vuestra música desde vuestros inicios?

Seguimos conservando un punto de amateur, de no profesionalidad, aunque seamos obsesivos y perfeccionistas, pero queremos que la música no sea una profesión, sino un modo de vida: estar en la carretera, viajar, componer, conocer gente... es algo vital. Tenemos los mismos principios, tocamos para audiencias muchísimo más grandes, y nos sentimos muy afortunados de poder hacer lo que nos gusta, pero las motivaciones para hacer música siguen siendo las mismas.

¿Y en vuestra vida ha cambiado algo?

Mantenemos los mismos amigos de siempre e intentamos vivir ajenos a que nuestra música se haya hecho muy popular. El éxito no ha cambiado mi manera de ser. Sí cambia el modo en que te ven los demás. Pero en concreto nosotros no sentimos que hayamos cambiado demasiado. Yo veo en mi compañera, Eva, a la misma persona que conocí, igual de cercana, igual de tímida, porque los dos somos un poco introvertidos.

¿Os queda algo por hacer como grupo?

Juan Aguirre y Eva Amaral (Se abre en ventana nueva)Sí, muchísimas cosas. Llevamos solamente cinco discos y nos quedan muchas cosas por hacer, probablemente muchos errores que cometer, muchos viajes y lugares donde todavía no hemos tocado. Normalmente somos un grupo que huye de la rutina y que siempre queremos probar cosas nuevas. En el caso de "Gato Negro, Dragón Rojo" que la gente tenga claro que no vamos a hacer segundas partes. Nos quedan muchísimas cosas por hacer como para repetirnos.

¿Y en lo personal te queda algo por hacer?

También, yo espero que muchas cosas. La música para nosotros supone un crecimiento personal y corre paralela a la evolución vital. En el fondo me queda por hacer lo que a mucha gente que nos sigue. No somos seres diferentes a las personas que vienen a nuestros conciertos.

Un grupo o cantante con el que gustaría compartir escenario...

Hemos compartido escenario con muchos, por diferentes razones: bien por amistad, bien por admiración, o por las dos cosas. O por diversión, porque la música es aprendizaje y diversión. Pero hay muchísimos grupos del pasado, algunos ya no existen, con los que nos gustaría tocar. La lista es interminable: desde clásicos de los 60 hasta la actualidad.

¿Crees que debe cambiar la política comercial de las discográficas y buscar nuevos modos de vender más barato a través de Internet?

La verdad es que pasamos absolutamente de todo lo que sea industria discográfica. Nosotros nos preocupamos únicamente de hacer canciones, de tocar en directo. Obviamente nuestros discos se venden, pero nosotros nunca nos hemos metido en esto por el dinero, y si se inventa un nuevo sistema de distribución nosotros vamos a seguir haciendo música. Me gusta pensar que hay una línea continua que separa lo creativo, lo artístico, los sentimientos, de todo lo que es comercio. Sobre estos temas preferimos que hablen los que se dedican a ello, como las discográficas.

En 2002 los pozueleros ya tuvimos la oportunidad de disfrutar de vuestro directo en las fiestas. Siete años después seguís seduciendo a todos los públicos. ¿Os sentís cómodos con el público de Pozuelo?

Sí, siempre que hemos tocado en El Torreón nos da la sensación de que el tamaño de este anfiteatro está muy bien porque la gente puede seguir el concierto perfectamente, y suena muy bien. Además se han vendido todas las entradas y estamos muy agradecidos a la gente de Pozuelo, que se merecen que nos hayamos dejado la piel por ellos. En Pozuelo además tenemos muchos amigos y Madrid es nuestra segunda casa.

A veces hay jóvenes que aprovechan momentos de diversión, como son las fiestas patronales, para hacer gala de su poca educación, de su vandalismo. Me estoy refiriendo a algunos sucesos que hemos vivido en estas fiestas...

Con la violencia no se va a ninguna parte. Lo mejor es disfrutar y divertirte sin necesidad de usar la violencia. No es un camino bueno. Además te diré que yo soy de una tierra en la que a veces se da la violencia, y es algo muy triste. Todos deberíamos pararnos a pensar un poco en que vivimos en una sociedad demasiado agresiva. La vida en una gran ciudad es agresiva y estresante: se ve hasta en la forma de conducir de la gente. A veces vivimos en un mundo un tanto deshumanizado.

¿Cómo ves a las jóvenes generaciones?

Como a cualquier generación, la veo diversa. Hay gente muy diferente. No se puede meter a todos los jóvenes de 20 años en el mismo saco. No se puede generalizar cuando se habla de los jóvenes o de la gente mayor o de los niños. Más que hablar de